Mirando el silencio
espero un barco de ceniza
que me devolviera la mar.
Aventuras con horizontes hasta donde llegar
con las pestañas y con los brazos,
y ese viento eterno sin nombre.
Abrir los poros del cuerpo
para que corran las sombras por los huecos,
expulsar los últimos escombros,
para renacer,
para saltar…