jueves, 28 de agosto de 2014

La dimensiones del amor, los contornos, las zonas grises, la desembocadura, los recuerdos. Las proporciones y las cantidades del amor. La maduración del amor. El amador y los trenes que no dejan nunca de pasar. La paz y el amor. La turbulencia y ese salir ilesos. Los fracasos. Las palabras que no serán nunca dichas, y las que se dicen después de mucho tiempo. Las sorpresas. Los llantitos -y los estrafalarios intentos de ocultarlos-. La verdad, tan cerca de la mano. Lo auténtico, lo legítimo. Lo que pudimos hacer y lo que se nos escapó. El gracias y los suspiros. El alivio. El corazón latiendo hasta desarmarse en gotas de agua. Las fotos. La división de encantadores momentos. La repartija de hazañas y proyectos. Las risas con eco. Las cosquillas. La mitad de mi piel y la mitad de tu piel. La casa, la mascota, las vacaciones -y los suvenires de las vacaciones-. Los abrazos, las caricias, los silencios. Los silencios que duran vidas. Los silencios que duran siempre. Los silencios que se rompen. El género documental. Las peleas domésticas. Las idealizaciones, las decepciones, lo real y lo posible.  El vino tinto y los camarones con ajo. La música con la que se inventa la danza de amar. El día que se parte de tristeza. El oficio de la soledad. La macana. El berrinche. El interrogante y la barranca.

El amor certeza y certidumbre. El amor con su verdad inexorable. El amor que elige. Que te elige. Que te sorprende.  Que te sana.

sábado, 23 de agosto de 2014

Se me hace feliz el corazón.
Un remanso se me hace.
Se me hace suspiro tobogán en pleno bostezo de ciudad que se levanta de la siesta.
Una mirada se me hace línea, labio, constelación.
Se me hacen alegría los dedos en vendimia
y canción la libertad saliendo, paseando, escaramuza, preludio.
Danza íntima de la cueva, se me hace.
Palabra el deseo sobre la piel de bucle, se me hace
Se me hace llamado, presencia, gesto, gota.
Se me hace que el día es aguacero, se me hace.
Remolino las orejas y la nuca, se me hacen.
Se me adormece la mirada en tus fronteras y fiesta y arenita caracol.
Se me hace que te toca el costado mi vientito, se me hace.

viernes, 22 de agosto de 2014


Apenas doler. Casi…
Aire que sopla/ saltito/ danza.
Llorar por la aventura. Por ese giro. Por la mirada nocturna y libre. Y porque mañana resucitemos de las sábanas y sea septiembre.

Y la señorita que dice:
Separe en sílabas la vivencia, conjugue la maravilla, calcule la raíz cuadrada del recuerdo, fraccione el beso, réstele un día, someta la tinta a que se precipite, germine una tormenta, estime el promedio de habitantes del planeta Suerte. Y así subordinadamente…
Ahora mismo, ¿sigue siendo dolor el barquito que se hamaca en las manos,
en los ojos,
en el ombligo,
en la historia del más acá,
en el murmullo que se va barranca abajo, hasta la boca del agua?
¿Doler de qué cosa?
¿De un indicio?
¿Y si ese rastro es simulacro/ trampa de arena/ árbol entregado a la mansedumbre/tres de la mañana/ casa en silencio/ costumbre/ pasatiempo?

[Mejor]
Vivir para contarlo, y hacerlo relato, escalera, aguacero, carcajada.