Pasivos payasos proclives al piano,
plantean posibles pecados.
Pasando sus picos por pasados pantanosos,
patean placeres posibles
y palidecen en su pantomima patética.
Un par de palabras paralelas
pelean
en la parafina plateada,
pidiendo perdón por el periplo
de la paradoja perdida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario