Ese hombre entra en la cama de brazos abiertos
se mete en la sabanas libre de trapos y de dientes.
se zambulle en el sueño como un niño que llega al mar.
Y si fuma
se moldea el humo contra el vidrio de la noche;
y cuando tiene insomnio
se despabilan las sombras.
Merodea la costa de la cama
y llena de barcos la bahía;
le suspiran cangrejos en la mano,
le golpea la boca la marea.
Cuando ese hombre
esta vestido de claro-oscuro
la madrugada se alarga para alcanzarle la espalda.
El abre el silencio con su aliento.
Al levantarse
se lleva el mar en las pupilas.
A N.B
me he quedado un rato reposando en este blog.
ResponderEliminarHay gustito a mar.
y eso me gusta.
abrazos, compañera serpiente.
Abajo, chiquitito, dice: A N.B... No logro descubrir quien o que es, pero debe andarte cerca...
ResponderEliminarAbajo, chiquitito, dice: A N.B, y tengo que decirlo amiga, se le acaba de ver el corazon en las palabras...
Tanta belleza palabrera retuerce de placer estas pupilas. Solo queda dar las gracias.
Te quiero.
Na.-