martes, 20 de diciembre de 2011

Prisiones en el paisaje de la garganta,
grandes fosas de léxico
y algunas bocanadas que ventean la lengua.

Las palabras
municiones azules
inexploradas alternativas.

Pasiones sintácticas 
que se materializan al apenas librarse de los dientes 
y una vez consumadas, 
arden, queman, estallan.

Tendemos a esa necesidad narcótica, obsesiva, 
de inventamos barrocas metáforas. 
Les damos vueltas, 
les buscamos sus costuras invisibles. 
Y ellas 
que van tirando sus hilitos sutiles 
para que sigamos la trampa.

Las palabras, 
gotas de agua que abren caminos.

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