Prisiones en el paisaje de la garganta,
grandes fosas de léxico
y algunas bocanadas que ventean la lengua.
Las palabras
municiones azules
inexploradas alternativas.
Pasiones sintácticas
que se materializan al apenas librarse de los dientes
y una vez consumadas,
arden, queman, estallan.
Tendemos a esa necesidad narcótica, obsesiva,
de inventamos barrocas metáforas.
Les damos vueltas,
les buscamos sus costuras invisibles.
Y ellas
que van tirando sus hilitos sutiles
para que sigamos la trampa.
Las palabras,
gotas de agua que abren caminos.
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