Que todo
acabe,
que se
marchen para siempre,
que quedemos
por fin solos
SOLÍSIMOS.
Tan a solas
con el tiempo del mundo que nos alcance el tiempo para ser un poco infelices,
un poco melancólicos.
Que
quedemos tan a solas con el tiempo que tengamos minutos para nuestras bocas y
segundos para nuestros brazos.
Que seamos
libres para malgastar el tiempo, para demorarnos en infinitas coincidencias
intrascendentes;
Ser celosos,
furiosamente egoístas y ordinarios.
Y sí. Quién no ha querido ser, alguna vez, dueña de su propio tiempo? O libre? Pffff.
ResponderEliminarMe había perdido este último poema.
Hermoso amiga, hermosísimo.
Qué hace que no escribe más seguido, me quiere decir?
Se la quiere igual, qué vamos a hacer.
Nati.-