Equilibrio de silencio bajo la última costilla;
como si aquellas letras fueran amuleto bajo el cuero,
fueran llaves,
fueran cielos.
El ruido de la luz,
un rastro de la velocidad, apenas.
La sed de la sombra tras el nombre,
intermitencia de la noche que muere sobre el agua.
Entre el mundo y la alegría
mis talones girando.
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