sábado, 20 de diciembre de 2014

Amadores de barrancas que escriben versos sobre el cuero del día con caligrafía de agua dulce. Palabras caladas a ritmo de lluvia y una pizca de nostalgia. Serán más grades mañana. Tendrán la piel más llena de palabras y más pueblos entre los dedos. Le pondrán nombres a las estaciones mañana, y se harán adultos a fuerza de latidos. Habrán abrazado el día que despierta; gritado salud por el país, por el vino, por los atajos al tiempo. Reído en los brazos de amigos; acariciado el barro del silencio. Estarán tan felices y tan a salvo que les dolerán los puños de aguantar la muerte. 

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