jueves, 3 de marzo de 2016

Superhéroe

Otra vez en la calle. La prisa. En encendí el teléfono: tres llamadas perdidas. Era por trabajo. En el semáforo siempre la misma historia, mirar lejos-elnomirar-, y poner cara de estar pensando cosas importantes. "Estoy demorada. Varias cuadras. Dejame abierta la reja. Entro"- contesté mensajes. Y, cuando marchaba por la Alameda en bajada esquivando viejas, me lo encuentro. Era Batman, en 60 centímetros. Con capa, con antifaz. Decidido, me frenó con su manito libre. Cerró mi paso. Cortó el impulso, mi apuro, las preocupaciones. Desbarató la lista mental de los temas de la reunión. Me obligó a inspeccionar un objeto.

--"Mirá, te quiero mostrar el camión verde que me regaló mi papá. Es nuevo. Antes tenía otro, también verde, pero más chiquitito".

--Me gusta. Y, ¿anda rápido?- le pregunté.

Madre de Batman: --"Rafael, dejá tranquila a la chica".

--"Pero mamá, es..."

Avancé algunos metros soltando la risa, cuando descubrí el "Chau, Chau, Chau" a grito limpio, desde el colectivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario