viernes, 25 de marzo de 2016



te miran el ojo mirador; en ese Otro o instante ya no se retrocede; alguien inventa -te inventa- pestañas y señales

este ojo izquierdo da discursos, cada tanto una verdad en primerísima primera plana; escribe las paredes; araña la luna; toca los timbres de los vecinos y tira palabras por debajo de las puertas; abre preguntas o paréntesis entre los cíclopes; y también sale corriendo con las pupilas en los bolsillos y el agua. cosas que aprendí viendo mirar

para el ejercicio, el mirante juntó ojos anteriores, y los tuyos; y resultó esto: un lenguaje que se practica con la distancia, ensayando el punto de vista o la intuición, como saber que viniste a la fiesta y por fin encontrarte allí con tus dos ojos

el ojo del espejo es casi un contraojo; o capricho; como este ojo que nunca aprende, que siempre anda metido en ojo ajeno

me gusta saber que cuando me veo en lo mirado me recupero de cualquier peste y puedo volver ilesa al paisaje, sentir un olor, viento, pedacitos de alegría
eso debe ser la felicidad: ver el reflejo y -a veces- mirar la misma cosa

Foto: Marcos Priolo- Octubre 2015- Ruta del Pisco

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